Una semana, un origen: Colombia, café de altura y corazón

Cuando pensamos en café de calidad, Colombia suele ser uno de los primeros países que

nos vienen a la cabeza. No es casualidad: este país sudamericano ha sabido cultivar no solo excelentes granos, sino también una identidad cafetera fuerte, reconocible y llena de orgullo.

Esta semana en Magistrale, abrimos la puerta al café colombiano. Vamos a descubrir sus paisajes, su historia, sus regiones, y lo más importante: qué puedes esperar en taza cuando tomas un buen Colombia.

🌄 Café entre montañas: un regalo de los Andes

Colombia está atravesada por tres grandes cordilleras andinas, lo que crea una geografía diversa y montañosa, perfecta para cultivar café arábica de alta calidad. Las fincas están situadas entre los 1.200 y 2.200 metros sobre el nivel del mar, con microclimas variados, lluvias constantes y suelos fértiles que permiten una maduración lenta y rica en azúcares.

Esta combinación de altitud, temperatura y humedad hace que el grano se desarrolle con una complejidad natural que pocos países pueden replicar.

👨‍🌾Más de medio millón de familias cafeteras

Colombia no es solo un país productor, es un país cafetero en el sentido más amplio. Se estima que más de 500.000 familias viven del cultivo del café, la mayoría en pequeñas fincas de menos de 5 hectáreas. Esto convierte al café no solo en una industria, sino en una cultura viva.

En muchas zonas rurales, el café marca el ritmo de la vida diaria: desde el cuidado de los cafetales, hasta la cosecha a mano, el despulpado y el secado al sol.

Además, Colombia tiene una fuerte institucionalidad cafetera: la Federación Nacional de Cafeteros fue fundada en 1927 y ha trabajado desde entonces para garantizar calidad, trazabilidad y mejores condiciones para los productores.

🗺️ Regiones y perfiles de sabor

Colombia es tan diversa que no se puede hablar de un solo tipo de café colombiano. Cada región tiene su propia personalidad:

• Huila: Una de las regiones más premiadas, con cafés florales, dulces y muy limpios. Notas comunes: melocotón, miel, cítricos.

• Nariño: Cultivado en altitudes extremas, con sabores brillantes, acidez viva y complejidad frutal. Notas: maracuyá, cereza, cacao.

• Antioquia: Tradicionalmente más clásica, con perfiles achocolatados y cuerpo medio. Ideal para espresso.

• Tolima, Cauca, Santander y Sierra Nevada también producen cafés únicos, que cada vez tienen más protagonismo.

En general, los cafés colombianos tienen una acidez media-alta, cuerpo medio y una dulzura natural que los hace muy equilibrados. Son versátiles tanto para filtrados como para espresso.

☕ ¿Cómo es un “Colombia” en taza?

Imagina una taza de café con notas dulces a caramelo, frutas suaves como la pera o el melocotón, y un fondo achocolatado o especiado. Esa es una descripción común para muchos cafés colombianos bien procesados.

Por eso, los cafés de Colombia se utilizan tanto en el mundo del café de especialidad (en V60, Chemex o Aeropress) como en mezclas comerciales. Son fiables, equilibrados y casi siempre agradables al paladar.

Y si te gusta experimentar, hay muchos lotes procesados naturalmente o fermentados que ofrecen perfiles más exóticos: fresa, mango, frutas tropicales, licor o incluso vino.

🧠 Un país que cuida su imagen cafetera

Seguro que alguna vez oíste hablar de Juan Valdez, el personaje creado en los años 50 para representar al productor colombiano típico. Este ícono no solo ha sido una campaña de marketing eficaz, sino también una forma de poner en valor el trabajo campesino y conectar al consumidor con el origen.

Más allá del símbolo, Colombia ha sido pionera en ofrecer orígenes certificados, cafés de finca, trazabilidad y protección del café arábica 100% colombiano.

📌 ¿Sabías que…?

• Colombia es uno de los pocos países que puede cosechar dos veces al año, gracias a su geografía.

• La variedad más común cultivada es Caturra, aunque también se encuentran Bourbon, Castillo, Colombia y variedades exóticas como Gesha.

• El “Pasaporte del Café” es una iniciativa turística que permite visitar fincas cafeteras, participar en catas y entender el proceso de producción desde dentro.

❤️ ¿Por qué vale la pena probar cafés colombianos?

Porque ofrecen consistencia, calidad y variedad. Si estás empezando en el mundo del café de especialidad, un Colombia lavado puede ser el punto de partida perfecto. Y si ya tienes el paladar más entrenado, puedes encontrar lotes fermentados o naturales que te sorprenderán.

Te esperamos en Magistrale, para seguir aprendiendo mas sobre este maravilloso mundo del café!